miércoles, 24 de noviembre de 2010

Helene Alonso: 'Desde que hablo inglés dibujo mejor y escribo peor'

NUEVA YORK, Estados Unidos, noviembre 24.- Helene Alonso es la calidez y la cercanía. La constancia, el trabajo y la capacidad de superación. Lleva a Venezuela en su corazón, en su memoria, y es que eso "es lo que tiene ser inmigrante en Nueva York". Con 20 años ya visitó la Gran Manzana y paseó por sus calles y parques, pero sobre todo recorrió sus museos. Se enamoró de la ciudad y durante años, en la lejanía, soñó que formaba parte de su tapiz urbano. Entonces se propuso lo que con el tiempo consiguió: establecerse en la capital del mundo.

Actualmente es la directora del Museo Americano de Historia Natural pero cuando llegó a EU no hablaba inglés, una dificultad añadida a la hora de buscar trabajo.

"Los dos primeros meses fueron muy duros", explica. Pero Joanne Rowling apareció en su vida con su saga de novela fantástica, Harry Potter. "Me di cuenta de que leer iba a ser la mejor manera de comprender el idioma así que devoré los cinco primeros libros del mago".

Y aprendió. Se familiarizó con un idioma que le abría las puertas al sueño americano, y así pudo desarrollar los conocimientos que había adquirido en su Venezuela natal y durante sus años de estudios en España, donde se especializó en gestión de museos y en educación medioambiental.

"Desde que hablo inglés dibujo mejor y escribo peor", comenta, "en muchas ocasiones me ha sido más fácil expresarme a base de trazos y he dejado de lado la escritura en mi idioma natal".

Una periodista de la naturaleza

Le pone atención a ese detalle porque la escritura es una de sus armas profesionales. Helene es periodista pero no lee los periódicos. Suele suceder cuando una pasión supera a los asuntos triviales del ser humano.

Y es que el interés que tiene por el resto de las criaturas del universo ha hecho que no se detenga en la política, la economía o los sucesos que ocupan las portadas de los diarios.

Pasión y profesión se unieron hace ocho años, durante las inundaciones provocadas por un fallo en la presa del segundo río más caudaloso de Venezuela, el río Caroní.

En aquella época trabajaba como consultora en el Terrarium del Parque del Este tras su paso por el Museo Nacional de Ciencia, aún así, no dudó en formar parte de la expedición de voluntarios que realizaron una operación en la que rescataron a más de 9,000 animales. Con su pluma consiguió ser portada del diario La Nación y relató la catástrofe como colaboradora con National Geographic.

Afirma que el periodismo en Venezuela "es muy difícil". Y relata las historias que le cuentan sus compañeros de universidad en Caracas. "Es una dictadura con disfraz de democracia", dice. A pesar de ello llegó a sentir que estaba traicionando a su país cuando se fue de él. "Pero no lo podía evitar. Soy viajera por naturaleza y hubo un momento en el que sentí que ya no encajaba allí. Aunque desde que estoy fuera, me siento más Venezolana que antes".

Más venezolana que cuando vivía allí

Lo dice porque ahora come más arepa que nunca, porque la nostalgia ha aparecido cuando el pasado ya es pasado y el futuro se acerca lejos de los suyos. Porque para sentirse más cerca de su tierra escucha a Oscar D'León y a los Amigos Invisibles y se relaciona con la impuntualidad y el desorden latino...pero también con su cercanía y conexión.

"Tengo muchas amistades de México, Venezuela o España. La gente que vive en Nueva York viene de todos lados, hay muchos extranjeros, por eso adoro esta ciudad".

Helene está recogiendo su siembra. Desechó el Congo por EU debido a la guerra civil que azotaba el país. Desarrolló proyectos para el Zoo del Bronx y el 'Liberty Science Museum' de Nueva Jersey y ahora dirige el Museo Americano de Historia Natural.

Su espíritu aventurero la hace estar insatisfecha por naturaleza, pero el devenir todavía está por venir y hay algo que tiene claro para su futuro, y es que le gustaría "transmitir toda la sabiduría y experiencia que está adquiriendo a otros países".

Mientras tanto continuará dándole su sabor y sabio espíritu juvenil a las exposiciones del museo que dirige. Seguirá ingeniándoselas para que sus frescas propuestas superen los filtros de la vieja guardia del centro y portará su carácter latino como seña de identidad del éxito labrado a base de esfuerzo y, sobre todo, buen humor.


Fuente: www.elmundo.es