Susana Moscatel
Septiembre 13.- Los editoriales que por días hemos visto en la pantalla de Televisa contra los contenidos comerciales y sexuales del Grupo Reforma tienen muchas lecturas. Obviamente está esa que ha sido tan analizada en tantos espacios y que tanto tiene que ver con presiones políticas y confrontación de intereses en temas como las elecciones en el Estado de México o el espectro radioeléctrico. Pero también está el tema que eligieron para usar como campo de batalla o de discusión: y éste ha generando algo muy interesante con ese sector que parece ser el que menos importaría en una situación así: el público. Horas después de que en el espacio de Carmen Aristegui en MVS Radio el analista Jenaro Villamil apuntó a la revista TVyNovelas, propiedad de Televisa, como un espacio que promovía la venta de sexo en sus anuncios, Emilio Azcárraga Jan planteó en su Twitter lo siguiente: "Les pregunto, ¿han visto en Grupo Televisa un anuncio que anuncie prostitución? ¿Uno solo? Si es el caso díganme cuál y lo retiramos hoy". En ese mismo instante recibió tantas respuestas que variaban desde el vestuario de sus conductoras hasta la manera en la que se realizan los castings en la televisora, pasando, por supuesto, por el tema de sus revistas. Entonces respondió "Prostitución: relaciones sexuales a cambio de dinero. Probablemente haya anuncios que no te gusten, pero no son prostitución".
Así que ahora nos tienen a todos los ociosos jugando una especie de 'encuentra a Waldo' con los anuncios dudosos de la televisora y sus filiales. ¿Ataque de moralina colectiva? ¿Distractor masivo? O, simplemente, una discusión que se salió de las manos de todos como daño colateral de un tema mucho más complicado.
Fuente: www.milenio.com