viernes, 10 de septiembre de 2010

Televisa contra ‘Reforma’… otra batalla inútil

"México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil…"
Emilio Azcárraga Milmo
Febrero 10, 1993
Julia Estela Ponce
Septiembre 10.- La campaña que Televisa emprendió esta semana contra Reforma, ocupando un enorme porcentaje del carísimo tiempo de su noticiero estelar, podría ser sólo un costoso desperdicio de recursos para la empresa.
Sí, es verdad que con parecidas manipulaciones informativas ya ha logrado crear exitosísimos ídolos y desprestigiados villanos en varios melodramáticos procesos electorales, pero su target en esas ocasiones ha sido muy distinto.
En este caso, el estandarte de la superioridad moral que Joaquín López Dóriga enarbola luce deslavado, percudido y gris. Palabras y palabras y palabras, un gesto adusto y ampliaciones de las mismas páginas que critica son la únicas armas con las que el vocero designado debe combatir el aburrimiento de sus casi siempre adoctrinables seguidores.
El tipo de argumentos que utiliza quizá podría convencer a otro sector de la población, pero a ese segmento comenzó a perderlo desde los tiempos de Big Brother, y lo ha mantenido alejado gracias a sus programas matutinos y de chismes, y a sus abiertas campañas pro-Peña Nieto.
Los actuales fans de Televisa no son, pues, demasiado escrupulosos con los cuestionamientos éticos. Sí, se conmueven y se solidarizan con el Teletón y La Rosa de Guadalupe, pero su atención es volátil y podría decirse que, en gran parte, le deben a Televisa su déficit de atención.
Emilio Azcárraga Jean, siguiendo las profundas enseñanzas de su padre, ha sabido adaptar la tecnología y aplicar la creatividad para seguir cumpliendo la misión de su empresa: hacer televisión para jodidos.
Y -como bien lo saben los hermanos Galindo, Pedro Torres y Emilio Larrosa- para que este sector mantenga el interés por lo que pasa en la pantalla se necesitan mucho ruido, muchos colores, muchas caras bonitas y muy pocas palabras... todo lo contrario de lo que se vio esta semana en El Noticiero.
Si somos sinceros tendremos que reconocer que "los jodidos" de Azcárraga tienen muchas cosas inmediatas de qué ocuparse (o de qué olvidarse) como para poner atención a días y días de diatribas y acusaciones contra un producto que a ellos no les produce urticaria.
…Y si somos cínicos, lo que reconoceremos es que Grupo Reforma se permite la coexistencia de editoriales sobre equidad de género y avisos de ocasión con primeros planos de glúteos en tanga porque hay muchos, muchos, muchísimos lectores que responden a esos anuncios.
Ese negocio (inmoral negocio, de acuerdo) nunca ha estado en lo oscurito, sino al alcance del gran público, así como de las autoridades, las ONGs y cuantos quieran acabar con los regenteadores y abusadores que tan descaradamente exhiben en esas páginas sus datos de contacto y lo necesario para que cualquiera -cliente o autoridad- pueda llegar a ellos.
Lo éticamente correcto sería que todo negocio de trata de personas desaparezca. Lo éticamente útil sería que las autoridades aprovecharan los inmorales anuncios para acceder a ellos y acabar con su negocio.
Lo que resulta éticamente hipócrita es que se señale sólo a uno de los 20 aparadores de mugre y se trate al dueño de esa sucia vitrina como si fuera el responsable de toda la corrupción nacional.
Ésta es la conclusión a la que ha llegado casi unánimemente el sector que sí está siguiendo la desinteresada iniciativa de reforma moral propuesta por Televisa: un sector mucho menos numeroso que el acostumbrado, pero mucho más difícil de manipular.
El escaso respeto que éste sentía por la empresa, gracias a algunas aportaciones de Tercer Grado y a producciones como Gritos de Muerte y Libertad, ha quedado sepultado por la avalancha de comentarios negativos debido al sesgadísimo enfoque de su "reportaje de investigación".
Con una campaña así de burda, era obvio que esto sucedería. Tanto, que cuesta creer que no haya sido contemplado desde un principio como "daño colateral".
…pero entonces ¿cuál fue su ganancia?

Fuente: http://notisensor.com/