martes, 26 de octubre de 2010

La religión de los Simpson y el periodismo global

En la serie, Homero Simpson ha tenido encuentros con Dios.


Ramón Lobo
ESPAÑA, octubre 26.- Mal deben de ir las cosas de Dios, de los hombres y de la prensa si la supuesta religiosidad de unos dibujos animados se convierte en un debate global, por encima de la guerra en Afganistán, el cólera en Haití o el hambre en el Tercer Mundo.

"Poca gente lo sabe, y hace todo lo que puede para ocultarlo, pero es la verdad: Homer Simpson es católico", escribió esta semana L'Osservatore romano, el diario del Vaticano. La afirmación ha generado un tsunami periodístico, sobre todo en la red, donde miles de medios y blogueros han recogido y comentado la noticia, unos con perplejidad, otros con divertimento y bufa y la mayoría con la seriedad propia de los grandes eventos.

La presunta catolicidad de Homer, Marge, Bart, Lisa y Maggie Simpson obligó a Al Jean, productor de la serie, a desmentir el asunto:

No es la primera vez que el diario vaticano escribe sobre los Simpson, ya lo hizo a finales de 2009, pero en esta ocasión cita un artículo del jesuita Francesco Occhetta publicado en Civiltá Cattolica del que ha sacado conclusiones con las que el propio autor no está de acuerdo. El análisis de Occhetta se basa en un episodio titulado El padre, el hijo y Espítitu Santo invitado emitido tras la muerte de Juan Pablo II.

Occhetta ha puntualizado al L'Osservatore romano, pero el desmentido siempre es menos noticia, sobre todo cuando desactiva una polémica. Ya lo dijo un célebre periodista: "No dejes que la realidad te estropee un buen titular". En todo este asunto los dos únicos serios han sido Homer Simpson y Occhetta.

"No diría que [los Simpson] son católicos. (...) Diría que son abiertos en la cuestión de Dios". "Los autores [de la serie] son muy críticos con gentes religiosas pero respetuosos con la fe" [Los Simpson] rezan y van cada domingo a escuchar a su pastor, incluso si se duermen [Homer ronca en la iglesia] o comen palomitas de maíz cuando van". "No son como Walt Disney. No si dividen en buenos y malos, los personajes son a la vez buenos y malos... Justo como la vida real. Veo los Simpson y me ayudan a entender el presente", escribe el jesuita.
Fuente:
www.elpais.com
Imagen tomada de www.papitapaloro.com.ar