lunes, 30 de agosto de 2010

Recomienda periodista colombiano ética a sus pares mexicanos

Distrito Federal, México, agosto 30.- Al comparar a México con un enfermo grave, el periodista colombiano Javier Darío Restrepo recomendó a sus colegas mexicanos actuar con ética, sin dejar de ser prudentes y mantener la unidad frente a la amenaza de la delincuencia.

"No teorizo, hablo de lo que he vivido", señaló al recordar que en Colombia quedó demostrado que "ante la crisis, los terroristas deben encontrar una sociedad y un periodismo unidos porque ellos buscan cualquier resquicio para imponer sus condiciones".

Recordó que los delincuentes amenazan no sólo a los periodistas, sino a la patria, pues además de imponer su negocio ilegal intentan hacerse de poder a través del soborno o de las armas, por lo que los periodistas deben reaccionar con unidad y ética.

México es un enfermo grave y "cuando hay alguien en esa condición, nadie entra taconeando, sino con una actitud reverente frente a una vida en riesgo" y eso es lo que deben hacer los periodistas mexicanos: informar sí con convicción, pero con ética, expuso.

En el mismo foro Alejandro Páez, de El Universal, aseguró que en México hay en marcha un proceso de descomposición que avanza en distintos grados, según la región del país de que se trate.

La suma de la "apatía federal deliberada, más la colusión de policías locales con delincuentes ha dado por resultado el acoso en el que los periodistas viven en el país", señaló.

Ejemplificó con el caso de Armando Rodríguez "El Choco", reportero del Diario de Juárez que fue asesinado presuntamente hace año y medio, cuyo caso no se ha esclarecido, aunque la investigación ha ido y vuelto tres veces del ámbito federal al local.

Su viuda, Blanca Martínez, no ha recibido indemnización pues el periódico consignó el hecho ante el Instituto Mexicano del Seguro Social como accidente simple y no como riesgo de trabajo, pues de haber sido así sus costos de operación lo harían financieramente inviable.

Rosario Mozo, del semanario Zeta de Tijuana, destacó a su vez que el crimen organizado ha creado en algunas partes de la República una especie de "paragobierno", que quiere imponer las reglas ante una autoridad que no cumple su función.

Ante ello consideró que la solución es ser más cuidadoso en el manejo de la información, además de sostener comunicación entre todos los integrantes del equipo periodístico, para que nadie tenga información privilegiada que ponga en riesgo su vida.

En su oportunidad, Pascal Beltrán del Río, de Excélsior, señaló que la irrupción de la delincuencia organizada "tomó por sorpresa a las redacciones" y por ello ahora los periodistas tienen que aprender a lidiar con el fenómeno.

En todo caso, la clave es que la autoridad acabe con la impunidad y los medios de comunicación busquen ángulos útiles de la información sobre los índices delictivos, para reconstruir los tejidos sociales.

A su vez, Carlos Zúñiga, de Milenio, señaló que la delincuencia ha comenzado a amenazar directamente a los periodistas y no necesariamente por dinero.

En ocasiones, dijo, a los delincuentes les interesa más lo que no se publica y por ello los periodistas han comenzado a autocensurarse, porque "el gobierno perdió la guerra de la información".



Fuente: www.eluniversal.com.mx