Félix Fernández
Ciudad de México, México, septiembre 03.- Quizá no es ninguna coincidencia que en este año, terrible para nuestro país, Carlos Monsiváis y German Dehesa decidieran partir. Quizá los únicos 2 personajes contemporáneos que por decreto contaban con la autorización de todas las clases e ideologías para escribir de cualquier tema cotidiano... los únicos 2 que pudieron vestirse tan mal como quisieron en toda ocasión sin importar el grado protocolario.
Se nos fue Monsi durante
Durante
Germán no pagó la apuesta una vez... la pagó 2 veces en la agradabilísima Planta de Luz de Plaza Loreto en
En la década pasada,
Germán nos enseñó el arte de burlarnos de nosotros mismos, la capacidad de convertir lo banal en lo más atractivo, el talento para escribir sobre sí mismo sin caer en la presunción y el poder que puede llegar a tener la verdad sin titubeos y la honestidad intachable, al señalar a los bichos que inundan nuestra sociedad y la política mexicana sin temor a represalias. No, no creo que sea coincidencia que un tipo tan auténtico como inteligente; tan derecho como simpático; tan talentoso como culto y tan versátil como incansable haya decidido irse casi de la mano con Carlos Monsiváis en un año tan penoso para México... pero eso sí: frente a su familia, seguramente con sus pants viejos de los Pumas y después de finalizada
Fuente: www.reforma.com