viernes, 27 de agosto de 2010

Recuerdan vida y legado de Miguel Otero Silva

México, agosto 27.- Miembro de la llamada "Generación del 28", el escritor, político, periodista y humorista venezolano Miguel Otero Silva, fallecido en Caracas el 28 de agosto de 1985, fue autor de obras como Fiebre y Cuando quiero llorar no lloro.

Otero Silva, recordado en el 25 aniversario luctuoso por escritores y medios de comunicación, nació en la población de Barcelona, Venezuela, el 26 de octubre de 1908. Sus padres fueron Enrique Otero Vizcarrondo y Marcela Silva Pérez.

Realizó estudios en instituciones como el Liceo Caracas, dirigido por Rómulo Gallegos, donde fue compañero de Rafael Vegas, Isaac J. Pardo, Rómulo Betancourt y Jóvito Villalva.

Se inscribió en la licenciatura de ingeniería civil en la Universidad Central de Venezuela, sin llegar a titularse.

En 1925 publicó en la revista Elite su primer poema denominado "Estampa", influenciado por los poetas modernistas Rubén Darío y Amado Nervo.

Por esas fechas afloró en él otra inquietud: el humorismo, motivo por el cual comenzó a escribir con el seudónimo de Miotsi, en el periódico Fantoches y en la revista Caricaturas.

Debido a que siempre se vio vinculado con los acontecimientos políticos del momento, vivió varios años fuera de su país, desde donde continuó con su muy diversa actividad.

Una vez en el extranjero formó parte del contingente de venezolanos que comandados por Augusto Machado y Rafael Urbina López.

Tomó el fuerte Ámsterdam de Curazao y preparó una invasión a Venezuela por las costas de Falcón, el 8 junio de 1929.

Por esa época comenzó a escribir Fiebre, novela testimonial que publicó 10 años después.

En 1930 resuelve darle a sus actividades políticas una estructura ideológica, afiliándose al Partido Comunista Internacional; y tras la muerte de Juan Vicente Gómez en 1935, regresó a Venezuela.

Otero Silva comenzó a escribir entonces versos humorísticos con cierto contenido político, como el titulado "Sinfonías tontas", que firmó con el seudónimo de Mickey.

En marzo de 1937 fue expulsado nuevamente del país, bajo la acusación de "comunista", tras lo cual viajó a México, donde publicó su primer poemario Agua y Cauce, y luego estuvo en Estados Unidos, Cuba y Colombia.

De regreso a Venezuela, Otero Silva editó su novela Fiebre (1940), para la cual se inspiró en la lucha contra el régimen de Gómez; y un año después fundó, junto con Francisco José "Kotepa" Delgado y el pintor y caricaturista Claudio Cedeño, "El Morrocoy Azul", semanario humorístico. Ese mismo año creó la publicación de izquierda Aquí está.

En 1943, en plena Guerra Mundial, su padre Enrique Otero Vizcarrondo, quien había viajado a Estados Unidos para adquirir una imprenta para el Morrocoy Azul, decidió aprovechar la oportunidad para fundar un diario: El Nacional, cuyo primer jefe de redacción fue el propio Otero Silva, y director, el poeta Antonio Arráiz.

En 1949, el escritor se graduó de periodista en la Universidad Central de Venezuela y luego presidió la Asociación Venezolana de Periodistas.

Dos años después, en 1951, se separó del Partido Comunista de Venezuela, tras argumentar que no estaba hecho para las disciplinas de partidos.

Una vez alejado de la práctica política, Otero Silva vivió una época de creación literaria. Realizó obras como Casas Muertas, novela con la cual ganó el Premio Nacional de Literatura (1955-1956) y el Premio de Novela Arístides Rojas, y hacia 1958 se publicó su Elegía Coral, con la que obtuvo el Premio Nacional de Periodismo.

Como senador, promovió la creación del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA, 1960), sin dejar su trabajo en la literatura, toda vez que publicó Oficina Número 1 (1961), novela en que relata el acontecer petrolero que se desarrolla en El Tigre, estado de Anzoátegui.

Asimismo, su novela La muerte de Honorio (1963) respondió a la lucha que se hizo contra la dictadura militar de Marco Pérez Jiménez y que de alguna manera sirvió como denuncia a los presos y torturados por parte de la policía política del régimen.

En 1965 publicó sus libros La mar que es el morir, de poesía, y Las Celestiales, texto humorístico firmado con el seudónimo Iñaqui de Errandonea.

En 1967 fue elegido miembro de número de la Academia Nacional de la Lengua, institución a la que se incorporó el 6 de marzo de 1972.

En 1970 editó su novela Cuando quiero llorar no lloro, que representa, según los críticos, una evolución dentro de su propia técnica, pues utiliza el lenguaje coloquial, trastocando reglas gramaticales, así como tiempos del relato.

Entre otros premios que le fueron otorgados al autor, cuyo último libro que escribió fue La piedra que era Cristo (1984), figura el Lenin de la Unión Soviética, en mayo de 1980.

Otero Silva, días antes de morir, el 28 de agosto de 1985, manifestó que pronto iniciaría una investigación para escribir una novela, cuyo tema sería el espíritu aborigen de América, caracterizado en esa ocasión, por el pueblo Maya.



Fuente: www.notimex.com.mx