sábado, 18 de septiembre de 2010

Los Pumas homenajean a Samaniego


CIUDAD DE MÉXICO, México, septiembre 18.- El partido de futbol americano entre Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), en el estadio de Ciudad Universitaria, fue en memoria del fallecido cronista de El Universal, Fidel Samaniego Reyes.

Los jugadores en línea ofrecieron a Samaniego un minuto de aplausos; a ese cronista que no se perdía los juegos de Pumas en el americano, que los seguía desde el palco central y que los dirigía en su imaginario con gritos e indicaciones.

"Gracias, Fidel, por tu apoyo", "Fidel Samaniego, los Pumas de americano te damos un aplauso", se leyó en dos grandes pancartas que vistieron la cancha del estadio de Ciudad Universitaria (CU).

Fidel fue un seguidor del equipo de americano de Pumas y desde el sonido local del estadio universitario se recordó un poco del cronista y, sobre todo, se agradeció su cariño, entrega y tiempo dedicado a seguirlos y apoyarlos incondicionalmente.

"A la memoria de Fidel Sama niego, periodista, cronista, conductor, columnista y uno de los más entusiastas seguidores de la juvenil intermedia y liga mayor del futbol americano de la UNAM", se escuchó en el sonido local y, después, el regalo de un minuto de aplausos.

Samaniego falleció el pasado 6 de agosto a causa de un paro cardiaco mientras vacacionaba en Veracruz, uno de los lugares que más quería desde su infancia.

En el palco principal del estadio universitario, el rector José Narro y el hijo de Fidel Samaniego Reyes, Yoab, presenciaron el minuto de aplausos para al que llamaron el querido narigón cronista, "que sigue entonando los himnos y las goyas desde donde se encuentre".

A diferencia del último encuentro entre Pumas y Tigres, en el cual los regios ganaron con una ventaja inalcanzable, ayer, en el estadio universitario, los Pumas remontaron y ganaron 38 a 22 a sus contrincantes.

En ese palco central quedan los recuerdos y quedan los gritos de Fidel Samaniego Reyes, las tortas y tacos de cochinita pibil en el descanso entre el segundo y tercer cuarto; el café negro y el cigarro de siempre.

Queda el lado izquierdo del palco principal, su lugar preferido de siempre, a ese que llegaba con 30 minutos o hasta 60 minutos antes de cada partido de futbol americano, a ese estadio que amaba y con esa comunidad universitaria que respetaba por su gran mística.

Fuente: www.eluniversal.com.mx