lunes, 20 de septiembre de 2010

Ataques oficiales contra periodistas

Editorial
ARGENTINA, septiembre 20.- Los ataques y expresiones intimidatorias contra periodistas, proferidos por dirigentes que se autodenominan defensores de los derechos humanos, son reveladores de una mentalidad autoritaria e intolerante que contradice abiertamente los valores que se dicen defender. Las últimas manifestaciones de ese tenor, realizadas por la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, tuvieron como objetivo al periodista Joaquín Morales Solá, sobre el que se descargaron toda clase de insultos.
No son solo los comentarios e ideas los que se atacan, sino el propio derecho del periodismo a emitirlas, lo que resulta aún más grave. El hecho de que estas manifestaciones se alienten a diario desde los espacios periodísticos promovidos por el oficialismo y sostenidos con publicidad gubernamental, habla de un clima intimidatorio deliberadamente alentado.

De poco sirve que desde el Gobierno se recuerde la existencia de una amplia libertad de expresión cuando, al mismo tiempo, se promueve a quienes proclaman su desprecio por la misma y se organizan campañas sistemáticas contra medios independientes.

En el mismo sentido se inscriben los persistentes ataques de que son objeto periodistas de reconocida trayectoria, con lenguajes y metodologías más propias de la acción psicológica utilizada por regímenes autoritarios que del debate y el clima de libertad que el Estado democrático tiene el deber de proteger y alentar.

Los ataques y expresiones intimidatorias contra periodistas, proferidos por personas y medios del oficialismo, son reveladores de una mentalidad autoritaria e intolerante.