miércoles, 29 de septiembre de 2010

Reúnen en libro la vida personal y profesional de Granados Chapa

CIUDAD DE MÉXICO, México, septiembre 29.- Su lectura permitirá conocer la historia de 50 años del periodismo mexicano, pero de manera especial la vida de un baluarte de la libertad de expresión, protector y defensor de periodistas, así como de los derechos humanos. Persecutor además de los políticos corruptos, personaje que desea ser recordado como un hombre que, con su trabajo, ha intentado hacer el bien.

Es a través del libro Por la Izquierda, de Silvia Cherem y editado por Khálida, que será revelada una parte de la vida del periodista Miguel Ángel Granados Chapa, quien ha sido testigo del tránsito de un periodismo "corrupto, oficialista, de boletines", a uno "más libre, más democrático, más valiente, de mayor distanciamiento con el poder".

La escritora asegura que en esta obra hay hechos novedosos de la vida del periodista.

En el libro podremos encontrar datos acerca de la relación que Granados Chapa ha mantenido con el poder, de manera específica con los presidentes de México. Se exponen anécdotas de la época Gustavo Díaz Ordaz hasta la de Felipe Calderón.

En este recorrido, sexenio a sexenio, se evidencia lo fascinante que para los mandatarios resulta hacerse amigos de los periodistas y cómo Granados Chapa, que desde 1977 ha mantenido su columna política Plaza Pública, guardó su distancia ante este ejercicio.

"Él dice que los periodistas no podemos ser un foco de poder, pero él lo ha sido de manera involuntaria, pues ha cambiado el curso de la historia de la libertad de expresión al oponerse a reglamentaciones que pretendían incriminar a periodistas y manipular con ello su trabajo", dice Cherem en entrevista.

Los ideales
En el sexenio de Miguel de la Madrid, Granados Chapa, quien además cursó Derecho en la UNAM, organizó a los periodistas en mítines para echar abajo la Ley de Responsabilidad por Daño Moral.

Como defensor de estos derechos también le tocó señalar al asesino de su amigo Manuel Buendía, periodista ejecutado en 1984 y quien denunciaba, a través de su columna Red Privada en el periódico Excélsior, la corrupción gubernamental, el narcotráfico, la ultraderecha y la presencia de la Agencia Central de Inteligencia de EU.

La obra también contiene alusiones a rupturas y aperturas de medios de comunicación. Cómo la salida de Julio Scherer de Excélsior el 8 de julio de 1976, a quien acompañó un grupo de reporteros, escritores y articulistas de aquella casa editorial operada entonces bajo el esquema de cooperativa, con quienes después fundaría Proceso.

Se encontrarán detalles del boicot publicitario orquestado por Gustavo Díaz Ordaz a ese periódico que era uno de los más influyentes de la época, y la actitud que toma su entonces director Julio Scherer, quien exhibía en las páginas del diario a funcionarios e instituciones gubernamentales lo mismo que a empresarios y personajes de la iniciativa privada.

Los motivos de Silvia para escribir este libro -que se presentó ayer- surgen en 2009 por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, que le solicitó elaborar un perfil de Miguel Ángel Granados Chapa, pues sería homenajeado por esta organización en Monterrey.

Ese texto debía permitir a todos "acercarse al galardonado: descubrir sus motivaciones y filosofía, rescatar tropiezos, recuperar las historias trascendentes en 40 años de trayectoria".

Unos 20 encuentros con Granados Chapa hicieron que Cherem lograra su objetivo. Son pocas las anécdotas sobre su vida privada que no están en el libro, pero se habla de la admiración por su madre y del distanciamiento con su padre.

Se recuperan anécdotas y fotos que muestran a Granados Chapa en sus inicios como periodista, a su salida de Excélsior, su paso por Proceso y La Jornada, y sus relaciones con el mundo de la política.

Se narra cómo Granados Chapa ha enfrentado el cáncer. "Cuando empezaron los reconocimientos, me dio la impresión, que después deseché, que quienes organizaban esas cosas percibían que pronto me iba yo a morir y que querían aprovechar para hacerlo mientras estuviera vivo. Pero les tomé el pelo. No me he muerto y recibo estos reconocimientos y el renacer con mayor gusto".

Fuentes: www.eluniversal.com.mx y www.notimex.com.mx