miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los medios y la triple alianza

José Carreño Carlón
CIUDAD DE MÉXICO, México, noviembre 10.- Se desvaneció la expectativa de que la asamblea de Mérida de la Sociedad Interamericana de Prensa —la SIP— fuera la plataforma para llamar la atención continental de las muertes de periodistas y las violaciones a las libertades informativas en México. En cambio, la asamblea se convirtió en el escenario de reafirmación de una triple alianza de los presidentes Calderón, de México, y Santos, de Colombia, con el presidente Obama de Estados Unidos, en su estrategia continental de combate al crimen organizado.

En la estrategia de esa triple alianza —fortalecida en las urnas californianas, que se negaron a legalizar la mariguana—, los medios mexicanos y colombianos —no los estadounidenses— recibieron las advertencias compartidas de los presidentes Santos y Calderón contra la tentación de convertirse en cajas de resonancia del narco, junto al llamado a hacer un frente de medios y gobiernos contra el enemigo común, la delincuencia, sobre la premisa del mandatario mexicano de que el narco es la principal amenaza a la libertad de expresión y de que su gobierno ni amordaza ni censura a periodistas.

También sobre esas bases, el presidente Calderón habló de la necesidad de un acuerdo con el gobierno a fin de que quienes ejercen la tarea periodística, contribuyan a la solución del problema con conductas concretas como "informar sin hacer apología del crimen" y "evitar hacer el juego a la agenda mediática de las organizaciones criminales".

Los muertos, a segundo plano
Falta mucho por discutir para consensuar —como también dijo el Presidente— esa estrategia. Pero, por lo pronto, su llamado conjunto con el presidente Santos hizo pasar a un segundo plano la denuncia de periodistas y directivos de la SIP de que quedan en la impunidad el 95% de los crímenes cometidos contra los comunicadores mexicanos, así como la cifra de 106 periodistas muertos desde 1987, de los cuales 42 corresponden al actual sexenio y 11 sólo en lo que va de este año.

Por eso es que en el encuentro de Mérida, Gerardo Rodríguez, de El Diario de Ciudad Juárez, le dijo al Presidente que los medios sí están dispuestos a colaborar en la lucha anticrimen, pero sin pasar por alto que el gobierno no ha cumplido su parte, pues "no se ha resuelto un sólo caso de periodistas asesinados".

Incluso, en los foros destinados específicamente a discutir las condiciones críticas en que trabajan los medios mexicanos, como el titulado Silencio o muerte en la prensa en México: crimen, violencia y corrupción están destruyendo al periodismo en el país, celebrado en el Instituto Woodrow Wilson, en Washington, el gobierno mexicano parece decidido a pasar de la defensiva a la contraofensiva ante el desempeño de la prensa mexicana frente a la violencia y la inseguridad en nuestro país. Y el embajador mexicano, Arturo Sarukhán, se lanzó en ese foro contra "la prensa (que) está mostrando una imagen de México que no es real, porque refleja como si hubiera una guerra civil en todo el país, desde Tijuana hasta la frontera con Guatemala", lo que "no es cierto".

Triple alianza vs "insurgencia criminal"
Y en eso tiene razón: no hay guerra civil en México, pero tampoco se puede probar que la prensa lo "refleje" así. Quien sí está construyendo un discurso de la realidad mexicana en ese sentido es el Departamento de Estado de EU, su titular Hillary Clinton, su subsecretario James Steinberg y el académico John Sullivan, con su nuevo concepto de "insurgencia criminal" para caracterizar al crimen organizado mexicano, su capacidad de fuego y sus formas de control de territorios, bases sociales y medios de comunicación.

De esta manera, a pesar de las resistencias del gobierno mexicano a ser conceptualizado como "Estado fallido" bajo la mira de una "insurgencia criminal", la triple alianza en que ha quedado inscrito está generando su propia ideología y sus propios ideólogos en el seno del aliado mayor, bajo condiciones que se pueden volver inmanejables y a la vez irresistibles para los aliados menores.
Fuente:
www.eluniversal.com.mx