sábado, 4 de septiembre de 2010

Dedica a Sabines su último recital

Ciudad de México, México, septiembre 04.- Estaba desahuciado, pero se puso a recitar poemas de amor y muerte: "Para los condenados a muerte / y para los condenados a vida / no hay mejor estimulante que la luna / en dosis precisas y controladas".

Con cansancio, con humor negro, Germán Dehesa asistió la última noche de agosto al Club de Industriales a recibir un reconocimiento por su trayectoria y ofrecer el recital "Para leerte mejor Jaime Sabines".

Era, parecían intuir quienes le tomaban fotos con sus celulares, la despedida del dramaturgo y periodista que apenas seis días antes había escrito: "Creo que no les he contado que estoy enfermo, seriamente enfermo. Tengo cáncer". Trece palabras donde no había espacio para la tristeza como tampoco lo hubo la noche del martes.

Llegó a las 20:00 horas, vestía un traje gris y un suéter rojo y estaba en silla de ruedas. Fue colmado de aplausos y su trayectoria en las letras, la política y el arte fue evocada durante diez minutos. "Me da mucha importancia este reconocimiento", dijo, "cuando realmente es algo más elemental: es la palabra, alguien que habla, alguien que escucha, y si las cosas van bien, una luz que se enciende, un fuego que se quema".

Estaba en el centro del escenario, entre luces amarillas y violetas, casi inmóvil, y comenzó a intercalar poemas. Hubo un intermedio. "No se vayan a ir. Los tenemos contados", pidió.

Volvió para leer "Uno es el hombre", su poema preferido: "Fácil el tiempo ya, fácil la muerte,/ fácil y rigurosa y verdadera / toda intención de amor que nos habita / y toda soledad que nos perpetra". Así se despidió Germán Dehesa, la última noche de este agosto.



Fuente: www.reforma.com