miércoles, 22 de septiembre de 2010

Da cuenta libro ‘Quimera de papel’ del caso ‘Novedades de Chihuahua’

CIUDAD DE MÉXICO, México, septiembre 22.- Con un llamado a defender la libertad de expresión, el periodista Sergio Armando López Castillo presentó anoche su libro Quimera de papel, la encrucijada histórica de Novedades en la representación del estado de Chihuahua en esta ciudad.
En entrevista, el comunicólogo comentó a Notimex que se trata de una obra en la que se abordan los orígenes, desarrollo, consecuencias y secuelas de un apartado en la evolución del quehacer periodístico de Chihuahua, como fue el conflicto de la Empresa Editora Novedades, que luego fue Vanguardia de Chihuahua S.A. de C.V. y su posterior y última conversión en el periódico El Observador.

El caso es único e insólito en el país, y fue tratado, incluso, por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), organización internacional de editores de diarios de América Latina, que tuvo oportunidad de emitir su postura oficial, dado la gravedad del caso que envolvió a la comunidad chihuahuense en una fuerte polémica social.

"Este libro es una crónica de hechos de una empresa editorial importante en la capital del estado de Chihuahua, que se convirtió en medio de comunicación con un fondo empresarial, pero luego en su incursión política tuvo un fracaso de tipo administrativo-comercial: Novedades de Chihuahua del magnate Eloy Vallina", dijo López Castillo.

El libro, precisó, trata desde la fundación de Novedades de Chihuahua, su cambio y transformación a Vanguardia y, por último, su etapa como El Observador, editado por los propios trabajadores en protesta por la mala relación obrero-patronal.

La obra dividida en 20 capítulos y de 137 páginas, es un documento de consulta bibliográfica rico en información y documentales, además de múltiples aspectos emotivos y un inmenso caudal anecdótico, que hubo de reunirse para ser expuesto a la opinión pública.

Será esta opinión pública, añadió el periodista, la que tendrá la oportunidad de normarse un criterio propio de los acontecimientos que se presentaron entre diciembre de 1992 a enero de 1993, días de incertidumbre, sufrimiento físico y moral de sus protagonistas, que ahora forman parte de la historia.

Durante la presentación del volumen, López Castillo, quien se desempeñaba como jefe de información del citado rotativo, narró experiencias, anécdotas y aportaciones de algunos protagonistas de la otrora empresa de Eloy Vallina, editorial que fue fundada en 1980 y cerrara sus puertas en 1993, luego de un conflicto laboral y penal que acabó con el rotativo.

Así, mencionó a varios de los periodistas, directivos y trabajadores de lo que ha sido Novedades-Vanguardia-Observador y su papel dentro de la compañía periodística.

Es el caso del primer director del diario, José Fuentes Mares, así como a Luis Fuentes Molinar, Antonio Payán y José Antonio Ferreiro, entre otros que aportaron datos e información adicional al texto Quimera de papel, como Rafael Navarro, Héctor Varela Unive y Osvaldo Salvador Ang, principalmente.

Refirió que lo que sucedió con Novedades de Chihuahua fue seguir el ejemplo que había en Excélsior, "pero con un método fallido, pues los compañeros en lugar de llevar las cosas en el marco legal optaron por tomar la empresa, apropiarse de ella y editar un periódico nuevo como cooperativa, pero no legalizada".

Confió en que el libro sirva a otras empresas periodísticas para que se privilegie la libertad de expresión, así como humanizar y profesionalizar más la relación obrero-patronal.

"El periodismo si bien en algunas partes del país ha ido creciendo, requiere de insertarse más en la cuestión de la transición democrática, porque en la actualidad nos autocensuramos mucho en cuanto a hacer un periodismo mucho más avanzado y con menor dependencia del poder político", opinó.

López Castillo pugnó por dejar a un lado la autocensura y hacer un periodismo valiente, crítico y con mayor denuncia, pero sin caer en la irresponsabilidad del amarillismo y de la venta fácil de noticias.

Quimera de Papel, la encrucijada histórica de Novedades es también un reconocimiento al gremio periodístico, sobre todo a los 154 trabajadores de la información y sus familias que formaron parte de Novedades-Vanguardia-Observador, desde 1980 hasta enero de 1993, cuando cerró sus operaciones el diario.